Ericka, estaba repasando mis apuntes cuando releí la tarjeta que me diste hace algunas semanas (me traslado a aquellos tiempos de primaria donde era usual recibir tarjetas, con mensajitos), el que la hayas hecho tu misma, tiene crédito adicional; no había tenido oportunidad de contestarte, bueno más bien de escribirte algo decente, pues… me cuesta ponerme a teclear con calma y tiempo, pero quiero decirte que a pesar que habíamos convivido todo un semestre en una clase y conversar (como aquella vez en la biblioteca, junto con Alejandra), no te conocía del todo bien, después de ese tortuoso pero feliz viaje, aprendí a entenderte, también, por supuesto, tolerarte y a quererte más. Si, bien; quizás somos como el agua y el aceite, pero… extraño esas noches con la cerveza y el cigarro en mano donde: compartimos, discutimos, nos reímos y estuvimos muy felices.
Te quiero mucho amiga.
R

Pd… leo otra vez la tarjeta y si es cierto, tienes razón en todo.
Un abrazo enorme.